viernes, 6 de enero de 2012

Mi viaje

Hoy he comprado un billete de ida para viajar por mi vida. Intensa introspección. Me subo a mi corazón, que por fin arranca. Me marean las vueltas de la vida y me tomo un par de biodraminas. Quiero ir a la autopista del Desengaño pero primero tengo que pasar por la rotonda del Amor. Hay tres salidas y cojo la equivocada, pero no me doy cuenta hasta que llego a la plaza del Dolor, donde los bares están cerrados y las luces apagadas. Aun así, a lo lejos, veo un túnel. Oscuro. Largo. El túnel de las Inseguridades. No sé si entrar o dar media vuelta. Finalmente arranco, siempre con las luces de mi corazón encendidas para verlo todo más claro. Quiero salir rápido de allí pero no depende de mí, es cuestión de tiempo. Ahora sí. Llego a la autopista del Desengaño. Mi corazón reduce velocidad debido a los peligros de la carretera, donde ya ha tenido varios accidentes. Y llega el peaje del Perdón. Pero es imposible pagarlo. A lo lejos veo un letrero. Es la salida Optimismo. Justo en el momento en que mi corazón pone el intermitente para girar y salir hacia ella, se encuentra con otro corazón que le obstaculiza. Y no me queda más remedio que pagar el peaje, ya que estoy acostumbrada a pasar por allí y sería extraño tomar otra dirección. Así que sigo por el camino de las Segundas Oportunidades, pero este camino está lleno de semáforos rojos que nunca han saboreado el color verde. Y mi corazón no puede estar parado, necesita seguir adelante. Es así como salgo sin saber cómo, en un pueblo llamado Ilusión. Y entro por la primera calle, la calle Esperanza pero está cortada por obras y me obligan a retroceder. Veo un parking llamado Nada y allí me quedo un buen rato, descansando, sin pensar. Y pasa el tiempo y mi corazón se ve preparado para volver a pasear por las calles de mi vida y decide cambiar de rumbo. Siempre he cogido la calle monotonía pero esta vez cogeré un atajo llamado Aventura que, por inercia, me conduce otra vez a la rotonda del Amor.

1 comentario:

  1. Rompe el billete...
    Quiero que viajes en mi coche, detrás alguien escribió hace unas semanas: la locura que todo lo cura. Viaja en mi coche.

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