viernes, 15 de febrero de 2013

Te respiro

"Caminante eran sus huellas, el camino y nada más, pero la vida no era sueño, y los jóvenes ya no venían a llevarse la vida por delante. Las golondrinas no volvieron a colgar sus nidos en su balcón, se pierde el poema al hacerse canción."


En estos tiempos que corren es más fácil tirar la toalla que sentir la dulce melodía que la vida nos ofrece pocas veces al mes. Pero yo, antes de dormir, siempre encuentro diez segundos para pensar en ti. Y eso es equivalente a sonreír. Sonreír llorando de triste alegría. 

No es fácil dormir sola, dar media vuelta e imaginar tus manos hablándole a mis ojos. No es fácil sonreír al vacío, como si tu estuvieras todavía aquí conmigo. No es fácil acariciar el lado izquierdo de la almohada como si de tu pecho se tratara. Pero estoy mintiendo. Es tan fácil que lo hago cada noche durante diez segundos. Te imagino bostezando y susurrándome un te quiero al oído derecho de mi angustia. Y miro al techo y sonrío, absurda imaginación.
Suspiro, símbolo de volver a la realidad. Sin embargo cierro los ojos, para verte mejor. Te encuentro en cada calle sin salida, en las atmósferas más cálidas de mis días, te encuentro en las esquinas más visibles, en los finales de los cuentos para no dormir, sin quererlo te encuentro hasta en la fecha de caducidad de mis sucesos. Y te busco, después de encontrarte en mi mente te busco, te busco en las palabras de mi ausencia, en los jardines de ciudades sin nombre, en los mares más fríos de la vida. Te busco en más de cien pupilas, a cien grados bajo cero. Y te describo con cada letra del abecedario, y me faltan idiomas y vocabulario. Eres tren en hora punta o un poema en mayúscula, eres punto y eres coma, eres fría cuando lloras, eres silencio ruidoso, eres lírica enmudecida, eres cuerpo y deseo, eres piel y corazón, eres razón y sentimiento, eres prueba y delito, y culpable si te miro, eres tú sin más remedio, eres el último episodio de mi vida, eres una calle sin salida, eres hueso y vagabunda, eres absurda y taciturna, eres transeúnte y estación, eres miedo y traición, eres buena y mentira, eres risa y mi musa, eres bruja y poeta, eres cero y menos uno, eres mi humo cuando fumo y mi dueño cuando sueño.
Pero todo esto solo pasa diez segundos de mis días, el resto ya me apaño, busco alternativas, pienso en otras vidas desesperadas, en como salir de este mundo trágico y taquicárdico. Casi no te pienso, ya estás más en el olvido que en el recuerdo, ocupas solo un dos por ciento. Solo eres diez segundos de mi vida cada día, luego tengo mi mente distraída, casi no pienso en ti mi vida, que suerte tengo de olvidarte tan deprisa. No desespero ni te espero, ya no recuerdo ni el color  de tus ojos verdes, ni el olor de tu cuerpo a canela recién lavado, ni si quiera recuerdo que hoy es el último día que te he echado de menos. Suerte que no te pienso, si aun te quisiera estaría llorando a cada hora, suerte que te he olvidado, ya ni siquiera te escribo, suerte que sigo vivo.
En estos tiempos que corren, e
s más fácil tirar la toalla que sentir la dulce melodía que la vida nos ofrece pocas veces al mes. Pero yo, antes de dormir, siempre encuentro diez segundos para pensar en ti. Y eso es equivalente a sonreír. Sonreír llorando de triste alegría. Pero ya no te recuerdo amor, pienso tan poquito en ti, te he olvidado tan deprisa, ¿cómo era tu sonrisa? no te escribo ni te pienso, ya no eres mi motivo. Casi no pienso en ti amor, casi te olvido, solo te recuerdo cada vez que respiro.

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